lunes, 1 de febrero de 2010

Profesionales y vocaciones.

Escribir sin inspiración es un coñazo, es empezar a divagar sin sentido, de ahí los largos meses de ausencia del blog y la razón por la que nadie debe leerme. Haciendo un ejercicio de comenzar a escribir porque sí, a veces se puede acabar sacando algo en claro.


Primero, me he quedado en el paro por lo que tengo mucho tiempo libre para pensar, pensar y pensar y tanto pensar ya empieza a taladrarme la sesera, ahora entiendo porque toda la gente dedicada al estudio y el eruditismo están un poco chiflados, sino fíjense en todos los grandes pensadores, científicos de la historia, en general son personas bastante abstraídas del mundo y no les culpo, cuando tu profesión te apasiona te absorbe todo el tiempo que tienes en la vida.


Esto puede parecer muy bonito, hacer lo que te gusta, tus hobbies si se puede llamarlos así y que a pesar de disfrutar te pagan por ello, impensable esto último para la mayoría de las personas que se encaminan todos los días a las ocho de la mañana como ovejitas( o borregos) al matadero, reflejándose en la apatía hacia un trabajo monótono que lejos de gustar ni siquiera les motiva para alcanzar escalones más elevados en la jerarquía de la vida( por llamarlo de alguna forma), esperando la hora señalada en que abandonan el suplicio y puedan reencontrarse con su mujer, hijos familia... o en el peor de los casos encontrar una casa vacía sin consuelo ni esperanza alguna.


En el otro extremo de la balanza encontramos al apasionado por su trabajo, que se pasa el fin de semana deseando volver al trabajo que tantas alegrías les ha dado, en este campo es donde yo sitúo al "científico loco", por llamarlo de alguna manera, el personaje entrañable de tan numerosas películas donde pueden ver que la vida profesional es una maravilla. Por supuesto no tiene por que ser un científico, puede ser cualquier suerte de persona que disfrute sobremanera con el desarrollo de su profesión, todos podemos ponerle cara a este personaje, ya sea la de un viejo profesor que nos despertó el interés por la ciencia, literatura, historia... y tantas otras, gracias a la pasión contagiosa que desprendía con cada una de sus explicaciones. Por si lo quieren saber mi científico loco" tiene la cara de un profesor de matemáticas que tuve la suerte de conocer cuando yo aún era un imberbe de la enseñanza general básica. Este hombre despertó en mi el ansia por la ciencia, lo cual marcó mi camino, ya se lo imaginarían dada mi total y absoluta falta de elegancia y fluidez a la hora de desarrollar una historia.


Por hoy ya es suficiente, otro día les seguiré contando esta historia sobre la vocación y los profesionales. Un pequeño apunte, se han fijado como de empezar a escribir por escribir sin una idea clara los pensamiento terminan ordenándose hasta sacar unos parrafillos más o menos legibles y no muy disconexo.


PD: un consejo, no se dejen la vista en la pantalla del ordenador y utilicen el zoom de su navegador, por lo general crtl.+ (+/-) para aumentar o disminuir la fuente.