El porqué de las cosas

hola princesa, sé que se te han torcido los planes, pensabas que estabas sola, lo normal sería que no te consumiera la culpa, que ese a quien hiciste daño se lo merecía, era un parásito...como se pasaba la vida? le importaba más verse en un espejo que pasar un minuto a tu lado, era un cerdo que mató lo que más querías. Sí, acabó con el amor de tu vida, lo arranco de tus brazos, triste lo esperaste durante meses a que volviera en el muelle de San Juan. Lo odiabas a ese cabrón que te lo arrebató todo , te lo arrebató a él.
Deseabas vengarte, quien se creía para haberte hecho todo eso, era como ese fantasma que volvía de tus peores pesadillas y te perseguía por pasillo infinitos, donde nunca podías correr lo suficientemente rápido. Querías llegar a tu jardín y volverte a reunir con tu amado, pero ese maldito espectro no te lo permitía.
Pasaron los meses y reuniste el valor para matarlo, querías rehacer tu vida y sólo había un modo de recuperar tu corazón...
Buscaste por todas partes un príncipe azul que te librara de ese monstruo, más no conseguías ni encontrar un triste bandido, y es así que pasaron los meses. Reuniste un pequeño ejército de caballeros de tres al cuarto, con eso debía bastar, pues el monstruo era muy fuerte.
Mandaste a tus hombres a la batalla. Fue dura, los gritos se escucharon en la lejanía hasta que al fin la paz reinó, corriste para ver muerto al monstruo, pero cual fue tu desgracia al enterarte de que el monstruo ya no vivía, a su casa había ido el único que podía hacer algo frente a él. Desgracia fue comprobar que el único capaz de matar ese maldito monstruo no pudo resistir la envestida de tu ejercito, desgracia fue el pensar que se había desaparecido, que no sería capaz de matar al monstruo, desgracia fue pensar que nunca volvería, desgracia... fue descubrir que habías matado a tu todo, a tu vida...
La culpa te consume, intentas decir que el fue un cobarde por huir del monstruo, pero sólo estaba tomando fuerzas para derrotarlo y siempre sentirá haberte dejado frente a frente con él.
Piensa que logró , al menos, lo que deseaba, librarte del monstruo, nunca más te hará daño...