viernes, 26 de noviembre de 2010

Desahogándome (7)

Hoy me desperté creyendo que me había rozado, acurrucándose junto a mí alejando nuestro frío.
Hoy me desperté pensando que todo había sido un mal sueño, que poodía girar la cabeza y besarla como nunca pensé que se podía besar.
Hoy me desperte pleno de felicidad sintiendo sus brazos, su cariño sobre mi cuerpo.
Malditos sean los sentidos, como podéis jugar así conmigo, no me la entreguéis para arrebatarmela en un suspiro. Como no pude aprovechar todas las mañanas para estrecharla entre mis brazos y no ahora llorar los sueños que me desvelan.

De verdad os digo, no repitáis el error de tener la más valiosa de las joyas y dejarla apoyada en cualquier lugar, porque antes o después la perderás. Cruel vida que nos hace aprender a base de errores.

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