martes, 28 de diciembre de 2010

Desahogándome (23)

Me levanté una vez, quiero volver a levantarme pero no se si voy a poder, ahora la realidad me golpea en la cara , es posible que haya podido permitir llegar a esto? Como pude haber estado tan ciego, ahora me quedo solo y sin nada que valga la pena, porque la pena fue lo que me hizo pensar que podía revivir esa flor, y sin embargo sólo eran falsas esperanzas.
Querría tener fuerzas,pero las agoté todas la última vez. Iluso fui al pensar que era capaz de comerme el mundo. Pero... que demonios, me estoy auto compadeciendo, no permitiré que nadie sienta ni un poco de lástima por mi, os aseguro que así no se llega a ninguna parte, basta ya de llanto, eso no va a solucionar nada, saldré del arroyo caminaré y caminaré y no me pienso detener hasta conseguir lo que quiero.
No pienso permitir que nadie destruya mis sueños, porque ahora me doy cuenta, ha costado sangre, lágrimas, todas las oportunidades que he dejado partir, entre ellas la única que realmente importaba, pero no hablaré en pasado, todavía es mi vida y puedo vivirla, todavía decido yo mis actos, y mientras me quede un hilo de fuerza, porque las ganas no las voy a perder nunca.
Esa flor que creí oculta, casi muerta, por las zarzas en mi jardín, haré que vuelva a lucir como antes, arrancaré una a una las zarzas , no pienso permitir que se le prive del sol que tanto se merece, no importa lo que me ocurra , lo rasgado que quede mi cuerpo y mi alma por las espinas, pero te juro flor mía que el sol volverá a mimar tus pétalos y si me dejas me deleitaré con tu belleza, esa belleza que nunca debió haberse perdido en un mar de apatía y ceguera, porque eso es lo que era, como si no puede ser que acabaran así las cosas.
Espero el destino no sea demasiado cruel y permita que su belleza no muera, lo cual si no me podría perdonar. Un único consejo antes de despedirme, no seáis tan necios como para perderse en la egolatría de creerse el centro del mundo y sólo tener ojos para problemas que sólo son un grano de arena en la montaña de la vida, y pensar que las tempestades son las que pueden romper esa montaña, y no un miserable grano. me despido desde la tempestad buscando mi refugio perdido, espero volver a encontrarlo.

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