martes, 28 de diciembre de 2010

Desahogándome (25)

Maldito miedo, viste una sombra y pensaste que te envolvía de nuevo la penumbra, cuanto sufriste, que ahora huyes despavorida ante la idea de no ver nada. Sólo el tiempo, tal vez demuestre que ya no había nada que temer, que el sol volvía a calentarte y alumbrarte. Era sólo un momentito de sombra, una nube que tapaba el sol . Pero prefieres huir y esconderte, algo comprensible ya que tu corazón no puede soportar más sacudidas, tantas idas y venidas.
No te quedes en el sótano asustada , ahí no llega ningún rayo, sólo hay una luz pendiendo de un cable desgatado, dios sabe hasta cuando te alumbrará, pero... ay el calor, ese no lo sentirás en tu sótano, a pesar de que nunca pienses que la oscuridad te va a atrapar.

Para terminar , no tengas miedo, el sol te espera con los brazos abiertos, deseoso de bañarte con toda su calidez y claridad.

Amor eterno

Podrá nublarse el sol eternamente,
podrá secarse en un instante el mar,
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá ! podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón,
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.

Gustavo Adolfo Bécquer

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